Donde manda capitan...

A quien corresponda

En ocasiones hay ciertos días cuando uno se levanta del lado equivocado de la cama en que la inspiración, el ambiente y/o la claridad mental se hacen presente…

Hay tantas ideas buenas y creativas flotando a nuestro alrededor y hasta los objetos mas banales pueden llegar a convertirse en buenos proyectos que activen la nuestra ardilla interior y nos inviten a una reflexión o a la acción; pero al mismo tiempo este mundo tan lleno, tan competitivo, tan violento, tan del vivir al día en dónde perdemos tanto el tiempo, nos ahoga y resulta a veces imposible organizarnos y hacer algo sin sentir que moriremos en el intento.

Y entonces a quién le toca poner orden? Proyectos que se pierden en los alteros de documentos y en los archivos muertos de alguna burocrática oficina, por que no hay presupuesto y al mismo tiempo millones de pesos gastados en basura, proyectos llevados a cabo desde cero por alguien con un poco de intuición y tiempo a los que se les ponen las trabas de los trámites administrativos; y, en el fondo como telón, una sociedad civil mas y mas apática que acaba por pensar que, de que sirve hacer algo aún al darse cuenta que, los recursos económicos muchas veces se pueden suplir con recursos humanos que es lo que sobra pero no se aprovecha. (En el buen sentido de la palabra porque hay quien se aprovecha de éstos pero no es lo mismo)

En algún momento la necesidad vencerá al egoísmo y esta cuasi anarquía obligara a todos a integrarse al bienestar común, en dónde los beneficios no necesariamente serán económicos por que aunque la gente en el fondo lo sabe y todavía no lo crea el dinero no es la felicidad y en algún momento volverá a ser solo papel o puntos en alguna tarjeta.

Tenemos tanto y hacemos tan poco que en verdad si estamos sentados sobre el cuerno de la abundancia comiéndonos un bolillo, si las personas con poder lo entendieran… si las personas sin poder lo entendieran…

Porque nunca será suficiente lo que acumulemos para crearnos un mundo nuevo y vivir en un autoexilio en algún rincón del mundo, puesto que nuestros recuerdos felices seguirán viviendo en otro sitio que nos recuerde y nos de vergüenza de lo que hicimos para llegar a dónde estamos, la opulencia comienza a ser detestable para aquellos con un poco de conciencia, la presunción es inseguridad reprimida, la moda es un placebo que no cambia nuestra realidad.

Quizás si, estemos ante las puertas de una revolución de las ideas, en dónde nuestras necesidades primarias no estén monopolizadas por las marcas registradas, en dónde tomar agua sea gratis, y comer será un derecho y no un privilegio, en dónde dejemos de creer que tenemos estas necesidades cuaternarias creadas en un escritorio de una agencia publicitaria, pero todos quieren TENER para sentirse seguros sin darse cuenta que dese el principio y hasta el fin llegamos sin nada y sin nada nos iremos y mientras estemos aquí, lo único que vale la pena acumular son conocimientos pero para aplicarlos por favor.

Estamos hartos de que quien dirige el barco sea un idiota que no tiene idea de a dónde quiere ir ni como se maneja el barco, que se deja mangonear (perdón se asesorar) por quien le dijo que sabía, y nos tiene dando vueltas en círculo porque curiosamente es el que nos vende la gasolina del barco, hartos de que quienes lo saben no hagan ni digan nada por que les toco un camarote decente, o no acepten hacer algo por que es mucha responsabilidad, pero se vanaglorien de estar sumamente preparados y se saben el nombre de hasta la mas insignificante pieza del barco, hartos de que los que creen que saben se pelen por hacerlo aunque la caguen en el proceso y hartos del peso muerto de todos los borregos que ni hacen, ni dicen, ni ayudan, ni opinan para que no les digan pendejos ni se informan para dejar de serlo porque están ocupados viendo películas gratis y tratando de ingeniárselas para robarse las toallas del camarote del vecino, pero nadie quiere darse por entrado de que el barco tiene fisuras y que poco a poco se esta yendo a pique y aunque la razón nos dice que es mas fácil arreglar la fuga que desarmar el barco para hacer lanchas salvavidas, el instinto de supervivencia y la experiencia nos dice que es lo que nos toca hacer pues de otra forma todos estamos condenados a nadar con tiburones.

 A quien necesitas para armar tu lancha? de que material esta hecha, cuanta gente cabe, cuanto tiempo se mantendrá a flote….