Me fui a Veracruz….

Después de la última noticia, resulta obvio que no tengo cabeza para nada, por lo que la invitación de una amiga a visitar su casa en Veracruz me cayó muy bien; 2 días sin televisión, radio, teléfono e Internet, metida en una casa tipo cabaña en medio del bosque me sentaron bien…

Entre perros, gatos y vacas pude caminar en silencio con frío y entre empedrados para pensar en tantas y tantas cosas, seguir con mi vieja costumbre de coleccionar tierra, comprar café de Coatepec (sin saber cuando me lo tomaré) dormir tranquila y poder ver la primera luciérnaga del año.

Desafortunadamente como no tengo cámara no pude tomar fotos, pero ya tendré y tomaré fotos de otras salidas.

Regrese aquí sin mucho ánimo a enfrentar lo que falta, a acomodar los mil y un cachivaches que uno junta a lo largo de la vida, a cambiar cosas de aquí para alla, a planear otros pequeños cambios a buscar nuevos muebles y pensar que sigue…

Siento feo cada vez que una caja se cierra y la lluvia que cae me hace sentir más nostálgica que de costumbre, oigo a Bosé y trato de sentirme mejor, pero mi humor cambia así como cambia el clima; a ratos bien y a ratos mal, veo como las paredes poco a poco quedan desnudas y los armarios semi vacíos, (ahora si notas que estabas en todos lados?) me despido hasta de la ropa y no recuerdo de quien era la plancha, me doy cuenta que para esto soy una completa novata y aunque todos digan que estoy loca, prefiero cooperar y ayudar que esperar y esperar.

Me consuelo con saber que el futuro viene por delante y aunque despacio las cosas tendrán que mejorar a fuerza de paciencia, mucha incertidumbre, y planes que revolotean en mi cabeza, escalar, pintar, salir, platicar, trabajar; me pierdo viendo al horizonte y espero con aprensión el día de mañana para seguir en este viaje.

Juro que pronto regresaré de mejor humor!