De esas que estas a punto de estallar y prefieres irte a tu
lugar feliz mentalmente y practicar lo que los que saben llaman viaje astral,
encontrarte a muchos kilómetros de allí; (hay como odio a la gente!!)
Escenario microbús a la salida de un metro todo chacal, a medio
llenar y ni para cuando comience a avanzar, al fondo familia telerín incluyendo
bebe chillón y señora gorda con bultos que no se calla y platica a todo pulmón
intimidades familiares que a nadie de los del resto del microbús nos interesan,
se sube un invidente d e s p a c i o y lo sientan a la mitad, al poco tiempo
comienza a cantar, pareciendo que aparte de invidente es sordo, un calor de la
chingada y la tipa que esta exactamente atrás de mi comienza a mascar chicle
con singular alegría cual camello haciendo de esas bombitas chiquitas, voy
sentada en el asiento que tiene la rueda y ya se me están durmiendo las
piernas, 15 minutos después del suplicio, arranca y comienza a escucharse el estruendo
de la música reggetoñera a todo volumen, y como cereza del pastel, 5 cuadras
después (y después de habernos tenido perdiendo el tiempo en la base) comienza
a echar carreritas con otro cavernícola de una tribu rival, para que al final
pase lo inevitable, un mal arrancón y valió madre el micro, se descompuso justamente
a la mitad de una avenida, afortunadamente solo faltaban 3 cuadras para llegar
mi destino, todo para que no sirviera de nada ir hasta allá.
Simplemente hay días en los que uno no debe levantarse.
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