Adaptación Lenchil

Fragmentos no tan al azar de un poema de Antonio Plaza (no recuerdo el nombre)

(ojala y les sorprenda el final)

Por la senda del mundo yo vagaba
indiferente en medio de los seres
de la virtud y del vicio me burlaba
me reí del amor de las mujeres;

que amar a una mujer nunca pensaba
y hastiada de pesares y paceres
siempre vivió con el amor en guerra
mi ya cansado corazón de tierra.

Pero te vi... te ví
¡Maldita hora en que te vi, mujer!
dejaste herida mi alma que te adora
como adora el alma que de llando esta nutrida,

horrible sufrimiento me devora
que hiciste la desgracia de mi vida
Mas dolor tan inmenso y tan profundo
no lo cambio mujer por todo un mundo

Eres demonio que arrojó el infierno
para abrirme una herida mal cerrada
¿eres un Ángel que mandó el Eterno
a velar mi exitencia infortunada?

Este amor tan ardiente, tan interno
me enaltece mujer, o me degrada?
No lo sé... no lo sé... yo pierdo el juicio
¿eres el vicio tú?.... ¡Adoro el vicio!

Un calvario maldito hallé en la vida
en el que mis creencias expiraron
y al abrirme los hombres una herida
de odio profundo el alma me llenaron.

Por eso el alma de rencor henchida
odia lo que ellos aman, lo que amaron
y a ti sola mujer, a ti yo entrego
todo ese amor que a los mortales niego.

Es tu amor nada mas lo que ambiciono,
con tu imagen soñando me desvelo,
de tu voz con el eco me emociono,
y por darte la dicha que yo anhelo,

Si fuera rey, te regalaría un trono
si fuera Dios, te regalaría un cielo
y si Dios de ese Dios tan grande fuera
me arrojaría a tus plantas ¡vil ramera!