Hola a todas…
No es que tenga mucho que contar, pero, pues para eso es el blog y heme aquí.
Últimamente por cuestiones pseudolaborales en mi nueva labor de acompañante, edecán carga folders y anexas, he tenido que andar de aquí para allá visitando muchos lugares dentro del D.F. y sus alrededores (quesque codeándome con la crema y nata de la sociedad o eso se creen ellos ja-ja) lo cual me ha hecho reflexionar un poco sobre varias cuestiones dejándome unos lindos pájaros en la cabeza de esos que siguen trinando hasta que me decido a hacer un post, y los dejo libres en el bosque de la red.
Seguramente habrán escuchado el dicho “Bajado del cerro a tamborazos” que de manera peyorativa describe a las personas que viven en el cerro y que suelen ser de escasos recursos o escaso nivel sociocultural, de un tiempo del que nadie recuerda ya, cuando las casas caras y finas de la ciudad se encontraban en el centro de la misma (y no era un mercado enorme) pues no, ahora resulta que lo IN es vivir en el cerro, ahora las personas con un chingo de dinero huyendo (según ellos) del caos, la contaminación y la criminalidad de la ciudad, se han ido cada vez mas y mas lejos buscando nuevos fraccionamientos, condominios y zonas residenciales, todo esto en los cerros más lejanos que pudieron encontrar. (Algo así como los suburbios que se ven en las películas gringas en combinación con las casas de Hollywood, pero a la mexicana, sin bloulevares ni palmeras)
Esto deriva en un chingo de problemas debido a la mala planeación y al rápido y exagerado crecimiento de la población que hace que la cobertura de los servicios básicos sea desigual e insuficiente, así como las vías de acceso a estos lugares; y si a eso le aunamos que este tipo de gente es dependiente para cualquier insignificante problema, pues todo se complica, ya que estos chilangos renegados (out siters) suele tener un sinfín de empleados, como choferes, porteros, chachas, nanas, cocineras, jardineros, plomeros, contadores, abogansters, administradores, etc, (inserte su banal y paupérrimo oficio, carrera y/o anexo aquí) lo que resulta en que a las faldas de los susodichos cerros suele haber una especie de pueblillos, amorfos llenos de casitas, negocios, tiendas, gente en las glorietas a la espera de trabajo y mil cosas más para sostener el estilo de vida de los ricos pero no famosos, que se sienten orgullosos que de que el llegar a sus residencias sea tan difícil para la gente de a pie; tan difícil es entrar o salir de estos sitios que el hacerlo a ciertas horas se convierte en un verdadero infierno de caos vehicular equivalente en tiempo a salir del DF a cualquier estado vecino, (WTF) MI NO COMPRENDE!!!.
Pero ellos viven engañados creyendo que es lo máximo vivir en el cerro, aunque esto les implique tener que comprar en la única cadena de supermercados que se animó a abrir sus puertas antes de que todo este desmadre pasara, aburrirse como ostión viendo la tv en una pantalla de plasma de un metro con el mejor sistema de sonido pero al fin y al cabo aburrirse tarde que temprano, o implorar la visita al menos del ajustador de seguros para hacerle la plática y sentir que alguien se animó a hacerles una visita, ya que están resignados a casi no salir de sus preciosas jaulas de oro porque que hueva, esta re lejos, no sé cómo llegar, eso es para nacos etc., dejándonos a los pobres de a pie la ciudad entera para regodearnos a gusto, ir a los teatros, museos, antros y restaurantes sin el pesar que para regresar a casa son dos horas y media de camino, por mas chingón que sea tu auto o tu chofer (ja- ja).
Saludos a todas las lenchas de a pie y si alguna vive en el cerro que bien que estén IN.
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